Basket: España gana (59-72) a alemania, pero le falta intensidad

Alemania 59 - 72 EspañaTodos los detalles y estadísticas del partido

Fue en el tercer cuarto, en un parcial de 3-22 decisivo, en el que España corrió con fluidez, anotó con buenas posiciones en 6,25 y se mostró como el equipazo que es. Alemania, una selección más pobre de lo que su nombre hace prever (que tengan ciudado con China, porque es probable que se queden fuera de los cruces), se vio noqueada con sólo unos minutos buenos de los de Aíto. Ése es el pero: los minutos glamourosos fueron pocos, aunque suficientes. Aun así, las sensaciones son positivas.

¿Estará contento Aíto?

Muy posiblemente, no. España ganó con sencillez y sin ningún agobio a Alemania, pero un entrenador hiperexigente como Aíto seguro que no está muy feliz.

España volvió a salir frío, como contra China, carente de ritmo y desacertado en ataque

Y es que España volvió a salir frío, como contra China, carente de ritmo y desacertado en ataque. Resultado de ello fue la máxima ventaja de Alemania (22-14, minuto 12:30), conseguida más por la ausencia de inspiración española que por las virtudes germanas. Sin embargo, la sensación de alarma que vivimos enseguida contra los chinos no apareció contra los alemanes: por muy paradójico que parezca, China fue mucho mejor contra España de lo que ha sido Alemania. Y España lo sabía.

Y entonces llegó el glamour

3-22. Un parcial contundente entre el final del segundo cuarto (cerrado con tres triples) y gran parte del tercero, en el que España creció en intensidad, pudo correr y se mostró con ganas de mandar los pensamientos de victoria del rival al olvido.

Un nombre propio de estos minutos: Ricky Rubio. No sólo es lo que hace, es lo que contagia. Muy bien otra vez en defensa, cinco puntos seguidos suyos cerraron un parcial de 0-14.

Garbajosa debe seguir tirando: es cuestión de tiempo que entren

Otros dos decisivos: José Manuel Calderón y Jorge Garbajosa. El primero, por mantener el ritmo de crucero y saber leer el partido con la maestría que acostumbra. Jorge, por su parte, volvió a estar desacertado en ataque, aunque en un arreón metió dos triples vitales. El madrileño debe seguir tirando: es cuestión de tiempo que entren, porque la falta de sensaciones en ataque tiene más que ver con la inactividad que con su físico, que está a tope. Lo demostró defendiendo a muerte, parando a Nowitzki y volviendo loco al equipo alemán a base de sacarle faltas de ataque.

Un final plácido

Alemania pudo inquietar, pero ni podía contar con Nowitzki, parado excelentemente por Garbo, ni tuvo el convencimiento de la victoria. A siete minutos del final, los germanos se colocaban a nueve (54-63), pero desde ahí hasta el final metieron cinco puntos más. España vivió plácidamente y recuperó su mejor versión. Al menos, durante los 'minutos del glamour'.

España ganó 59-72, mostrando su mejor cara en el tercer cuarto. Es lo que Epi definió en su día en las retransmisiones de laSexta como los 'minutos del glamour': esos instantes en los que el equipo juega al 100%. La sensación es que ahora no, pero pronto los minutos del glamour serán cada vez más en los partidos.

Fue en el tercer cuarto, en un parcial de 3-22 decisivo, en el que España corrió con fluidez, anotó con buenas posiciones en 6,25 y se mostró como el equipazo que es. Alemania, una selección más pobre de lo que su nombre hace prever (que tengan ciudado con China, porque es probable que se queden fuera de los cruces), se vio noqueada con sólo unos minutos buenos de los de Aíto. Ése es el pero: los minutos glamourosos fueron pocos, aunque suficientes. Aun así, las sensaciones son positivas.

¿Estará contento Aíto?

Muy posiblemente, no. España ganó con sencillez y sin ningún agobio a Alemania, pero un entrenador hiperexigente como Aíto seguro que no está muy feliz.

España volvió a salir frío, como contra China, carente de ritmo y desacertado en ataque

Y es que España volvió a salir frío, como contra China, carente de ritmo y desacertado en ataque. Resultado de ello fue la máxima ventaja de Alemania (22-14, minuto 12:30), conseguida más por la ausencia de inspiración española que por las virtudes germanas. Sin embargo, la sensación de alarma que vivimos enseguida contra los chinos no apareció contra los alemanes: por muy paradójico que parezca, China fue mucho mejor contra España de lo que ha sido Alemania. Y España lo sabía.

Y entonces llegó el glamour

3-22. Un parcial contundente entre el final del segundo cuarto (cerrado con tres triples) y gran parte del tercero, en el que España creció en intensidad, pudo correr y se mostró con ganas de mandar los pensamientos de victoria del rival al olvido.

Un nombre propio de estos minutos: Ricky Rubio. No sólo es lo que hace, es lo que contagia. Muy bien otra vez en defensa, cinco puntos seguidos suyos cerraron un parcial de 0-14.

Garbajosa debe seguir tirando: es cuestión de tiempo que entren

Otros dos decisivos: José Manuel Calderón y Jorge Garbajosa. El primero, por mantener el ritmo de crucero y saber leer el partido con la maestría que acostumbra. Jorge, por su parte, volvió a estar desacertado en ataque, aunque en un arreón metió dos triples vitales. El madrileño debe seguir tirando: es cuestión de tiempo que entren, porque la falta de sensaciones en ataque tiene más que ver con la inactividad que con su físico, que está a tope. Lo demostró defendiendo a muerte, parando a Nowitzki y volviendo loco al equipo alemán a base de sacarle faltas de ataque.

Un final plácido

Alemania pudo inquietar, pero ni podía contar con Nowitzki, parado excelentemente por Garbo, ni tuvo el convencimiento de la victoria. A siete minutos del final, los germanos se colocaban a nueve (54-63), pero desde ahí hasta el final metieron cinco puntos más. España vivió plácidamente y recuperó su mejor versión. Al menos, durante los 'minutos del glamour'.