Rafa Nadal no tuvo piedad del austríaco Jurgen Melzer y dio una auténtica paliza a su rival de cuartos de final del torneo olímpico al derrotarle por 6-0 y 6-4.
El tenista español, que se vio obligado a jugar a horas intempestivas -las doce de la noche en Pekín- debido al enorme retraso que ocasionó la lluvia en la jornada, demostró su gran estado de forma ante un rival inédito que apenas fue capaz de dar señales de vida sobre la cancha pekinesa en el segundo set.
Nadal rompió el saque de su rival a las primeras de cambio y le asestó un serio correctivo al austríaco: todo un set en blanco. Melzer fue incapaz de anotarse un sólo juego y no pudo más que rendirse a la superioridad del español.
Contagiado por el mal juego de su rival
Pero estaba claro que el ritmo demostrado el primer set no podía ser normal y Nadal se vio obligado a bajar la intensidad. Tras romper también el servicio del austríaco en el inicio, dejó que Melzer le hiciera un break en el segundo juego y lo consolidara en el siguiente con su saque, para colocarse 1-2 por delante por primera vez en el partido
El manacorí se dejó contagiar por el mal juego de su rival en el segundo set
A partir de entonces el autríaco llevo mejor control. Se crecio y forzó errores hasta entonces no vistos en Nadal. El español se contagió del mal juego de su rival, pero cuando fue necesario tiró de casta y de su gran calidad para definir.
El manacorí aprovechó el primer error de su rival para anotarse un nuevo break que le colocaba 5-4 en el marcador, sirviendo y con la posibilidad de hacerse con el segundo set y, por ende, con el partido. Nadal no falló, y el intento de reacción mostrado por Melzer se quedó en tan sólo un espejismo.
El 6-0 y 6-4 del tanteador final certifaron el pase del español a semifinales, donde tendrá que verse las caras con otro de los tenistas más en forma del torneo: Novak Djokovic.
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