La octava medalla de España en estos Juegos de Pekín cayó en manos de alguien inesperado. Pero los que conocen a Leire Olaberria siempre confiaron en ella. Esta guipuzcoana, nuestra única representante femenina en pista, era una de nuestras 'tapadas' porque, a pesar de que no se hablaba mucho de ella, ha confirmado que su cuarto puesto en puntuación en el Mundial de Manchester de hace unos meses no fue fruto de la casualidad.
Esta medalla reconoce su meteórica progresión. Y es que Leire, que se inició en el atletismo donde demostró ser una gran velocista, comenzó en el ciclismo hace apenas cuatro años para lograr, en su primera participación en unos Juegos, un bronce que, a buen seguro, a ella le sabe a oro.
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