La selección española de hockey tuvo que conformarse con la plata tras caer en la final olímpica ante Alemania (0-1). Los chicos de Hendricks hicieron un buen partido, pero no pudieron remontar el gol de Zeller en la primera parte. Australia, por su parte, logró el bronce al vencer a Holanda en el partido de consolación.
El comienzo del choque fue de dominio alterno, con cada selección estudiándose y proponiendo un juego diferente: España acudía en repetidas ocasiones a sacar la pelota por alto buscando la velocidad demoledora de los Tubau, Freixa y Amat, que finalmente pudo ser de la partida; Alemania, por su parte, optó por un juego de toque buscando la verticalidad desde la segunda línea de juego.
Los primeros en llevar peligro a la meta rival fueron los alemanes, que tenían en Zeller a su jugador más inspirado. Tras fallar el primer penalti-córner del partido, el segundo del que dispuso lo mandó a la escuadra de Kiko Cortés y adelantó a Alemania en el marcador.
La gran actuación del meta alemán hizo que llegara el tiempo de asueto con Alemania por delante
España reaccionó a renglón seguido asediando la portería rival e incluso dispuso de varias oportunidades de equilibrar la balanza antes del descanso. Santi Freixa, con dos penalti-córner, y David Alegre tras una excepcional jugada individual, tuvieron en sus manos la oportunidad de estrenar el casillero español, pero la gran actuación del meta alemán hizo que llegara el tiempo de asueto con Alemania por delante en el marcador.
Con corazón y cabeza pero sin acierto
Tras la reanudación, el libreto del hockey en estado puro se abrió de par en par, con ambas escuadras dando lo mejor de sí mismas. Fue Edi Tubau quien, tras aprovechar un error defensivo de Mueller, disfrutó de la primera gran ocasión del segundo acto, pero terminó por fallar en la definición. Witthaus tuvo la réplica en el ecuador de la segunda parte, pero Kiko Cortés volvió a reivindicarse. España fue encerrando poco a poco a Alemania en su campo, pero éstos plantaron el Muro de Berlín en pleno tapete.
Esta vez ni la heroica fue suficiente para lograr la machada
El cansancio y la voluntad pasaron factura a los pupilos de Hendricks, que empezaron a dejar huecos en defensa. Los últimos minutos del encuentro fueron un auténtico correcalles. Sergi Enrique vio camino de vestuarios antes de tiempo por una protesta inadecuada a uno de los colegiados. El tiempo se consumía y la pelota no entraba. Esta vez ni la heroica fue suficiente para lograr la machada y el minuto 70 de encuentro confirmó que el sueño del oro olímpico culminaba por culpa del práctico despertador alemán.
Con esta derrota, España habrá de conformarse con la plata, presea que ya consiguió en los Juegos Olímpicos de Atlanta‘96 y Moscú ‘80. Por su parte, el oro para Alemania llega dieciséis años de la única ocasión que estuvo en lo más alto del cajón, en Barcelona ’92.
Australia, tercera, completa el podio
La medalla de bronce fue para Australia, que se impuso con autoridad a Holanda por un contundente 6-2. Eddie Ockenden, con dos tantos, fue el jugador más destacado del encuentro.
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